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Los respiradores integrales OXIU made in Valladolid

Hablamos con David Tristán Gago, director del proyecto, para que nos cuente cómo surgió la idea de OXIU y en qué consiste exactamente este respirador integral automático.

Un equipo formado principalmente por ingenieros vallisoletanos ha desarrollado un prototipo de respirador integral automático que permite regular volumen y frecuencia, así como la presión, por lo que cuenta con las prestaciones de equipos profesionales. Este prototipo es OXIU.

El ingeniero industrial, David Tristán Gago, es la cabeza de todo este proyecto que, tras ver la situación de desabastecimiento médico a causa del COVID-19, decide reunir un equipo formado por 13 personas para desarrollar un respirador económico, seguro y eficaz. La mayoría de estos jóvenes son ingenieros, pero también podemos encontrar una biotecnóloga y un diseñador visual y gráfico.

Al frente del diseño y desarrollo del prototipo se encuentran Carlos Sosa Pérez, Óscar Castrillejo García, Carlo André Chumacero Goytendía, Fernando Fonseca Porras; en la oficina técnica de proyecto se encuentran Nora Bastida Agote, Juan Rodríguez Monsalve, Gonzalo Oliveri Martínez-Pardo, Ignacio Domínguez Bachiller; en lo relativo a la comunicación y relaciones exteriores son Irene Jiménez Escarda y Diana María de Nicolás Torres las que están al frente; y, por último, dentro del diseño gráfico y desarrollo web se encuentran David Amar Martínez y Rodrigo Martín Posada.

Hablamos con el vallisoletano David Tristán, este joven de 29 años, sobre el proyecto OXIU y cómo han gestionado el prototipo, en qué consiste y cómo ayudar a que se haga realidad.

Pregunta. Sobra decir que el COVID-19 nos ha afectado a todos, pero también gracias a ello han nacido grandes ideas como la vuestra, OXIU, ¿Cómo surgió?

Respuesta. Con el COVID la vida se paralizó para todos. Fue en ese momento en el que me di cuenta de que sería más útil utilizar mi tiempo en hacer algo que ayudara a paliar la situación que se avecinaba en vez de desarrollar mis proyectos personales.

Una vez tomada la decisión, el siguiente paso fue fácil. Posteé un mensaje en Facebook y en los chats de clase de ingeniería que aún conservaba de mi etapa universitaria. En un primer momento me surgió incertidumbre sobre cómo había actuado, pero no había vuelta atrás. Al día siguiente ya éramos un grupo de 7, al siguiente de 8,9,10…hasta que con 13 paramos el asunto y nos organizamos internamente.

 

P. ¿En qué consiste exactamente el proyecto OXIU?

R. OXIU es un respirador integral que funciona de manera automática. Permite regular volumen y frecuencia, así como la presión, por lo que cuenta con las prestaciones de equipos profesionales.

El problema de los equipos tradicionales de transporte es que no están preparados para usarse más allá uno o dos días, cuando los pacientes en muchos casos presentan necesidades de 10-15 días tranquilamente, pero nuestro sistema puede funcionar el tiempo que se precise ininterrumpidamente.

Lo que hemos diseñado es un simple pero robusto y fácilmente regulable equipo de bombeo a partir de una membrana que hace de pulmón artificial y un servomotor que hace de diafragma, por lo que el volumen de aire se introduce de forma armónica y natural en el pulmón del paciente.

 

P. O sea, que no se trata de un respirador como el que estamos viendo estos días en todos los medios, ¿En qué se diferencia?

R. Nos decidimos por inventar y diseñar un equipo totalmente nuevo, por la gran cantidad de equipos ya existentes que simplemente se dedicaban a presionar un AMBU (típico respirador desechable de transporte de ambulancia), de una u otra forma, más o menos automatizada y controlada.

Cada vez que veíamos a una gran empresa, o grupo que automatizaban una AMBU, mirábamos la foto de la noticia y en cuanto la localizábamos decíamos “no puede ser, otra más”; Nosotros teníamos claro que queríamos hacer las cosas bien, nunca hemos buscado salir en ninguna foto, si no llevar la esperanza de un tratamiento de calidad a gente que siente que se pude quedar fuera.

Estos mecanismos, a parte de poder dañar el pulmón si se conectan a un paciente varios días, no regulan de forma precisa los parámetros principales, y no solo el volumen, si no sobre todo controlar la presión, que en pacientes de este tipo es muy importante.

De todas formas, tampoco tenemos un producto de alta gama, y por supuesto que los pacientes más críticos en las UCIS se salvan en equipos que ofrecen unas prestaciones increíbles a las que nunca llegaremos ni pretendemos llegar, pero si podemos llegar al nivel de una línea básica profesional que permita desde una ventilación domiciliaria, hasta a ayudar aliviar la saturación de las UCIS y centros hospitalarios.

Pero verdaderamente es en África, la India, Latinoamérica y otras regiones desfavorecidas o en vías de desarrollo donde nuestros equipos pueden llegar a salvar muchas vidas. Dentro de nuestro continente, desde residencias de ancianos a pequeñas localidades se podrían beneficiar de forma directa al contar con uno de nuestros dispositivos.

respiradores Valladolid

Foto: David Tristán Gago con el prototipo del proyecto.

P. Sois un grupo amplio de trabajadores y algunos miembros aún son estudiantes, ¿Cómo estáis financiando este proyecto?

R. Para realizar el prototipo no hemos tenido otro remedio que aportar nosotros todo el capital posible, sobretodo entre los más mayores, pero actualmente tenemos en marcha un programa de crownfunding del que todo el mundo puede participar, en la medida de sus posibilidades, para que el proyecto salga adelante.

Respecto al equipo, destaca su multidisciplinariedad; tenemos varios ingenieros industriales, ingenieros mecánicos, informáticos, de organización industrial, pero también una biotecnóloga y hasta un diseñador de carrera. Y por supuesto hasta el momento hemos contado con el asesoramiento de dos encantadores médicos intensivistas, que, de buena voluntad, nos han dado lo mejor de su tiempo para sacar esto adelante.

Es cierto que contamos con dos estudiantes, y eso habla de la naturaleza abierta del proyecto, donde se mira lo que cada uno puede aportar por encima de titulaciones ni otras circunstancias. Ha sido un acierto tenerles en el equipo.

 

P. Ahora mismo lleváis casi 6 500€ de los 10 000€ que os habéis puesto como objetivo. La verdad es que la gente se está volcando con la causa.

R. La verdad que la acogida y generosidad han superado nuestras expectativas, personalmente creo que los españoles somos un pueblo muy generoso.

Aun así, toda ayuda es poca y bienvenida en estos momentos iniciales, pues, aunque ya hemos probado que funciona ahora hay que fabricar un dispositivo que sea homologable para que realmente se pueda utilizar en pacientes. Para ello hay que utilizar equipos industriales y pasar duras pruebas para las que hace falta un buen presupuesto.

Al menos para el producto piloto el coste suele ser elevado (pruebas, unidades sueltas, etc.), una vez que homologas, puedes reducir más de la mitad el coste con reingeniería, y en la fase de producción industrial, otro tanto.

Es muy posible que el precio final orientado a costes acabe siendo entre un cuarto o un quinto de los equipos que actualmente ofrecen prestaciones similares y que pueda funcionar durante mucho más tiempo. El secreto es que no buscamos un beneficio industrial y sí maximizar el impacto sobre la sociedad que pueda tener este.

Todo el trabajo realizado es voluntariamente, si ponemos en plantilla a dos médicos y a una docena de ingenieros a trabajar durante un par de meses ahí te sale parte de la diferencia. Si a eso le sumamos el beneficio industrial, es lógico que el precio de los equipos actuales cueste lo que cuesten.

 

P. Si todo sale bien gracias al crowdfunding, ¿Cuándo estimáis que podría materializarse y comenzar a distribuirse?

R. Con los actuales problemas logísticos y bajos stocks es complicado dar una fecha exacta. Algunas de las piezas que hemos encargado llegan en un poco menos de un mes y otras sencillamente no están disponibles actualmente. Siendo optimistas hablaríamos de unos 20 días para hacer las pruebas en cerdos y otro tanto para las homologaciones. Aun así, nadie sabe cómo va a evolucionar la situación actual e igual en el ámbito industrial en el que nos movemos nos sorprenden gratamente.

Para su fabricación masiva ya hay empresas que nos han ofrecido su apoyo, por lo que estas preguntas se las tendríamos que hacer a estas, pero, en cualquier caso, sabemos que si de algo se caracteriza la industria española es por su creatividad, flexibilidad y gran velocidad de respuesta.

 

P. Si alguna empresa está interesada en colaborar con vosotros, ¿Cómo podría hacerlo?

R. De la misma forma que cada uno de los miembros que han entrado en el equipo, donde crean que pueden ser de más ayuda y además que las sirva para desarrollarse.

La idea es que cada uno aporte en la dirección que pueda ser más útil y con muy poco conseguir grandes resultados por encima, en muchos casos, de grandes empresas que contaban con todos los medios técnicos, humanos y materiales.

El secreto está en mantener esa llama que te hace mirar el impacto de tu trabajo, en este caso salvar vidas, como una motivación y no como una carga.

El COVID19 nos ha traído un gran problema, pero, aunque aún no somos del todo conscientes, también muchas oportunidades de hacer las cosas mejor, de salir renovados y fortalecidos y de hacer las cosas de una manera más humana y diferente.

 

Si quieres saber más sobre el proyecto pincha aquí. Si quieres colaborar no dudes en participar en la campaña aquí.

 

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