El diario The Washington Post se rinde a los encantos de la Ribera del Duero.
Que en Valladolid nos encanta el vino está más que claro, no hay más que pasearse a la hora del vermú por cualquier bar de la ciudad para comprobar que la mayoría de la gente está con un vino en la mano. Pero claro, estos no son cualquier vino, no, nosotros somos de vinos de la Ribera del Duero.
El afamado diario de la capital estadounidense, The Washington Post, se ha dado cuenta de la maravilla de estos vinos, de los encantos de esta región vinícola, de sus paisajes y de las bellezas que rodean toda la zona, así como la importancia de su patrimonio artístico; porque, la Ribera del Duero no es solo vino, también es cultura.
A lo largo de todo el artículo, la periodista Amy Tara hace un recorrido por algunos de los pueblos de la provincia de Valladolid que baña la Ribera del Duero como Quintanilla de Onésimo y por lugares de interés tales como el Castillo de Peñafiel o el Monasterio de Valbuena en donde el encanto de los viñedos acompaña a las maravillas monumentales.
En cuanto a los vinos de la Ribera del Duero, la periodista los compara con otros centros afamados de producción de vinos como Napa, Sonoma, Toscana o Burdeos, y recalca que al igual que en Napa, «ambas son adyacentes a los ríos y se benefician de suelos ricos en grava, arena y arcilla» que hacen que sus vinos «tengan mucho cuerpo y sabor a frutas de color azul profundo».
En el artículo no solo encontramos referencias a los vinos y al encanto paisajístico, no, en un artículo sobre la Ribera del Duero no podía falta la amplia oferta gastronómica en donde destaca una gran variedad de opciones pero en donde no puede faltar el famoso lechazo de la tierra.