¿Te gusta esa sensación de miedo/placer cuando vas a edificios abandonados? Entonces este es tu post.
Puedes tener más o menos miedo a los edificios abandonados, pero tienen ese no sé qué que qué sé yo que aunque te den un pavor horrible, hay algo que te atrae hasta ellos. Sabemos, y esto no nos lo podéis ocultar, que sois muchos los inquietos que tenéis obsesión por conocer estos edificios abandonados en Valladolid, ya sea por curiosear o, mismamente, por ir a posturear un poco por allí y haceros unas fotos.
Tras el éxito del post sobre los lugares abandonados érais muchos los que nos pedíais alargar la lista de estos rincones a lo largo y ancho de la provincia de Valladolid donde estos edificios abandonados aún guardan parte de su historia. ¿Te atreves a entrar en ellos?
Casa Navilla (Hornillos de Eresma)
Esta casa de recreo data del siglo XVI. Es conocida como la Casa Navilla y fue mandada levantar por el banquero medinense Rodrigo de Dueñas. Este banquero fue bastante conocido en el Valladolid de la época, ya que fue propietario de la Casa del Gallo, actual Hotel Imperial de Valladolid.
Esta casa se encuentra a unos 200 metros saliendo de la carretera de Hornillos de Esgueva dirección Olmedo y se localiza en una pequeña llanura con la intención de ver y ser vistos.
Es de planta cuadrada y sus habitaciones pintadas y sus techos abobedados de ladrillo hacen de esta casa una visión espectacular.
Cartuja de Aniago (Villanueva de Duero)
Uno de los edificios abandonados de Valladolid que más nos gusta es la Cartuja de Nuestra Señora de Aniago. Se trata de un monasterio católico fundado por los monjes cartujos en 1441. El monasterio sobrevivió hasta su supresión en 1836 debido a las distintas desamortizaciones y exclaustración del siglo XIX.
Actualmente sufre estado de ruina a causa de su despoblación y por los numerosos expolios que ha sufrido a lo largo de los años desde la desamortización. Aun así, mantiene casi intacta la tapia que rodeaba todo el conjunto monástico y viviendas de los colonos.
Además, guarda numerosos secretos y misterios. Posee una zona en la que existen numerosas tumbas y también un hueco en el que se dice que fue empleado para llevar a cabo la tortura del agua. A su vez, presenta una boca de túnel que conduce a otras localidades.
Pero estos no son los únicos misterios que alberga. Dos de las más destacables son, por un lado, la lápida cuyo epitafio indica que allí yace el Caballero de Olmedo, ¿verdad o no? Quién sabe. Por otro lado, el fundador de la cartuja, Juan Vázquez de Cepeda, obispo de Segovia, se trajo de Roma innumerables reliquias entre las que se encontraba el manto de Cristo.
Sin duda, una Cartuja con mucha historia que resiste al paso de los años y de la bochornosa rapiña.
Pueblo abandonado de Villacreces
Villacreces encaja perfectamente con la descripción de un pueblo fantasma porque literalmente lo es. Está situado en una llanura cerca del río Valderabuey, en plena Tierra de Campos y fue el primer pueblo despoblado del siglo XX en esta zona. Por aquel entonces contaba con una treintena de casas en pie y varias bodegas.
Queda en pie, desafiando el paso de los años, la torre mudéjar de la iglesia de San Cipriano que se remonta a 1528.
Debido al estado de la torre y a los numerosos expolios que ha sufrido, se encuentra en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra.
Poblado Tafisa
El poblado Tafisa es uno de los edificios abandonados de Valladolid más característicos. Se encuentra en la carretera de Burgos y fue construido en el primer tercio de siglo XX para trabajadores de empresas industriales y de servicios.
Antiguo Liceo Francés
Desde 1992 el Liceo Francés se instala en un gran edificio a 10 kilómetros de Valladolid, en Laguna de Duero.
Allí permaneció hasta la apertura del nuevo centro en el casco urbano de dicho pueblo. Tras su cierre, ha sufrido numerosos actos vándalicos y ha perdido parte de la esencia que este edificio poseía.
Foto de portada: Pixabay.